martes, 29 de septiembre de 2009

Llamando a la tierra

Parece mentira que haya estado una semana de vacaciones. Estoy aún más cansada que antes de irme y lo de aterrizar de vuelta y ponerme al día me está costando muchísimo más de lo que pensaba.

Tengo el Google Reader a reventar, miles de capítulos de varias series por ver, en los foros ya casi ni entro y aún así se me pasan los días volando y sin darme ni cuenta... esto de la rutina se me está haciendo más cuesta arriba de lo que pensaba.

Y además he pasado el finde en Orense, en un hotel precioso y se me ha pasado tan rápido y con tanto ajetreo que no he podido casi ni disfrutar del momento... era un monasterio restaurado y el sitio era un pasada, me encantó, supongo que algún día tendré que volver sin prisas para poder relajarme, que en teoría era uno de los objetivos.

El otro era la boda de mi amiga I., una boda muy íntima, muy emotiva y con una novia guapísima. Hay que ver cómo es la vida, tan triste y alegre a la vez, pero esa noche lo pasamos genial y espero que a partir de ahora la vida le sonría porque desde luego que se lo merece.

Os dejo unas fotillos del monasterio-hotel, a ver si al menos os doy un poquito de envidia xDDD








¿A que es precioso? Jo, yo quiero volver ahí...

3 comentarios:

carmncitta dijo...

si si, precioso !!!!!!

dardo dijo...

A mi me ha costado tanto reincorporarme tras el regreso de Finlandia que no escribo una entrada sobre las vacaciones porque no quiero que me entre de nuevo el síndrome postvacacional.

marijose dijo...

Carmncita, me alegro de que te guste :-P

Dardo, estoy igual que tú. Nunca en la vida había tenido tan pocas vacaciones (una semana) y nunca me había costado tanto reincorporarme. Voy como en una nube... en fin, no nos queda otra... ¡ánimo!