sábado, 1 de agosto de 2009

Los renglones torcidos de Dios


“Dios escribe derecho con renglones torcidos”, todos hemos oído esta frase, de eso no hay duda, pero quizás no nos hemos parado a pensar que sus interpretaciones pueden ser infinitas.
Y una posible es la que plantea Torcuato Luca de Tena en su libro “Los renglones torcidos de Dios” en el cual, un loco internado en un centro psiquiátrico se define a sí mismo y a sus compañeros con esa frase, ellos son esos renglones torcidos, las faltas de ortografía que cometió Dios al escribir el mundo. Porque si se supone que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, ¿qué posición ocuparían los “locos” ? ¿los renglones torcidos son equivocaciones de ese creador al que adoran algunos? ¿los creo a propósito de esa forma? Quizás ellos son los excedentes defectuosos de un mundo creado por un sistema de ensayo-error, quizás son el intento fallido de una evolución hacia un hombre distinto, menos primitivo, o quizás, no lo descartemos, puede que sean ellos los realmente cuerdos, los que ven más allá de lo obvio y lo evidente en este mundo en que vivimos porque, según Heine, "La verdadera locura quizás no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca".

Con estas premisas crea Luca de Tena una novela magistral, donde la sutil línea que separa la cordura de la razón se vuelve más difusa, centrada en la duda y en la incertidumbre, una incertidumbre que traspasa hasta el propio lector, que no puede dejar de plantearse a lo largo de toda la lectura qué es verdad o qué es mentira, sin saber quién tiene la solución del misterio, ni cómo resultará todo, porque la locura puede ser cualquier cosa excepto lógica y coherente.

Con la excusa de investigar un asesinato, Alicia, la protagonista, se interna voluntariamente en un centro psiquiátrico y a partir de ahí se verá arrastrada y engullida por el ambiente que la rodea, llegando incluso a dudar de su propia salud mental, y conociendo a la variada galería de personajes que pueblan el manicomio, seres impactantes, excéntricos y descarriados, pero que desarman a la protagonista de su coraza fría y hacen que el lector llegue a sentirlos cercanos, a comprender lo racional de sus delirios, si es que eso es posible. Todo ello con la investigación de los asesinatos y de otros terribles sucesos como telón de fondo, que hacen que este libro te enganche y te sorprenda a partes iguales, con un final impactante que obliga a que nos replanteemos toda la novela y que no deja indiferente.

Por todo ello, Torcuato Luca de Tena nos ofrece un apasionante libro de suspense y nos regala unos momentos de reflexión sobre nuestra propia psique y la naturaleza de las enfermedades mentales. Un libro no sólo para leer, puesto que nos obliga a tomar partido y a intentar deducir en todo momento quién es el poseedor de la verdad y si eso realmente importa tanto.

Así que como sabéis que yo soy de la opinión de que los libros hablan por sí mismos mucho mejor de lo que yo pueda hacerlo, os dejo un fragmento, un botón, como muestra.

-¿Qué quiere decir «mutista»? -preguntó tímidamente Alicia dirigiéndose a Carolo.

Ignacio respondió por él.

-Mutistas son los que no hablan.

-¿No puede usted hablar? -preguntó, asombrada, Alicia al señor Bocanegra.

El hombre sacó un cuadernillo de hule que llevaba siempre en su bolsillo, y escribió a grandes rasgos con un rotulador naranja: «Sí puedo, pero no me da la gana.».

2 comentarios:

carmncitta dijo...

jaja, este es el penúltimo libro que me he leído, qué coincidencia.

marijose dijo...

Pues sí, qué casualidad jejeje.

Espero que te gustara, yo lo leí hace muchos años pero me impactó un montón, quizás porque no me esperaba una historia así y me pilló desprevenida.

De hecho, tengo ganas de releerlo, a ver si me animo ;-)