viernes, 29 de enero de 2010

Buenos presagios


¿Qué ocurre cuando el creador de historias más inquietante e imaginativo se junta con el escritor más alocado y disparatado? O, para que se me entienda... ¿qué ocurre cuando Neil Gaiman se junta con Terry Pratchet? Pues que escriben un libro entretenido, irracional, ácido e irónico sobre el fin del mundo, el Apocalipsis y el Anticristo y encima van y lo titulan “Buenos Presagios”, por si no hubieran quedado claras sus intenciones.

En un principio, tuve la impresión de que se trataba de una mezcla que no funcionaría, quizás por el halo de hombre enigmático y atormentado que rodea a Neil Gaiman, lo que puede llegar a chocar con la aparente superficialidad de las obras de Terry Pratchet, pero hace un par de semanas me decidí a darle una oportunidad al experimento y ha terminado siendo todo un descubrimiento. Lo mejor de todo es que, aunque se puede llegar a identificar la aportación (desde el punto de vista creativo) de cada uno de los escritores, el conjunto no chirría, sino que se complementa a la perfección.

Y así nos encontramos con una visión de los últimos días de la Tierra a la que se le da una vuelta de tuerca para que resulte original y con un puntito cómico que le quita profundidad al tema y hace que la novela tenga una lectura ágil y entretenida. Porque la temática no es nada nueva: la eterna lucha entre el Bien y el Mal, el Cielo y el Infierno, el Armageddón, el fin de los tiempos marcado por el nacimiento del Anticristo que provocará la lucha definitiva de la que sólo puede salir un vencedor.

Pero como no podía ser menos, el tópico acaba ahí, porque en esos últimos días de la tierra nos encontramos con un grupo de personajes relevantes que pueden hacer que la balanza se incline hacia uno u otro lado: un Ángel y un Demonio unidos por una atípica amistad que demuestran que la mítica frase de “ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos” está más vigente que nunca; un cazador de brujas que no termina de creer en su existencia, una bruja encargada de interpretar las predicciones de un antepasado que, sorprendentemente, acertaba en sus augurios; un Perro del Infierno convertido en cachorro por obra y “gracia” de su dueño, el Anticristo, que a su vez es un chico travieso de 11 años sin consciencia de su temible poder... y toda una serie de alocados y divertidos sucesos en los que se ven envueltos los personajes mientras el mundo se aboca a su ¿inevitable? final.

Sé que quizás soy un poco pesada con mi adoración por Gaiman, pero es uno de los pocos “artistas” que no me han defraudado nunca y me sorprende enormemente su capacidad de creación, de invención, de elaborar historias aparentemente sencillas pero con un toque único que sólo él sabe darle. Y el hecho de que en esta ocasión estuviera también metido en el proyecto uno de los mejores escritores de literatura fantástica que he leído, no hace más que sumarle puntos al resultado.

Quizás no sea una obra maestra, pero desde luego es un libro inolvidable, de los que puedes releer de vez en cuanto porque siempre descubrirás nuevas referencias y detalles y porque las “bromas” te seguirán divirtiendo y sorprendiendo como si fuera la primera vez. Como siempre, por mucho que yo diga, no hay nada mejor que dejar que el libro hable por sí solo, así que aquí os dejo un fragmento, espero que os guste:

"Cuentan las teorías actuales acerca de la Creación que, si el Universo fue creado, y no sólo apareció allí, que es lo que ocurrió extraoficialmente, nació hace entre diez mil y veinte mil millones de años.Estas fechas están equivocadas.

Los eruditos judíos de la Edad Media establecieron la fecha de la Creación en el año 3760 a.C. Los teólogos griegos estimaron que se remontaba al 5508 a. C. Sugerencia que también está equivocada. El Arzobispo James Usher (1580 - 1656) publicó "Annales Veteris et Novi Testamenti" en 1654; en dicho documento se sugiere que el Cielo y la Tierra fueron creados en el 4004 a.C. Uno de sus consejeros profundizó en los cálculos y logró anunciar triunfalmente que la Tierra fue creada el Domingo 21 de octubre del año 4004 a.C., a las 9 en punto de la mañana, porque a dios le gustaba ponerse a trabajar bien pronto, aprovechando que estaba más despejado.

También se equivocó. Por algo menos de un cuarto de hora.

Todo el asunto de los esqueletos de dinosaurios fosilizados fue un chiste que los paleontólogos no acaban de coger. Lo que demuestra dos cosas: La primera, que Dios se rige por patrones extremadamente misteriosos, por no decir tortuosos.

(...)

La segunda, que la Tierra es Libra".

3 comentarios:

Martín B. dijo...

En algún post posterior deberás contar como es un día tuyo normal tipo agenda...

porque no me imagino una persona que, cocine cosas diferentes todos los días, vea tantas series de televisión únicas en su género, estés al día con sitios y músicos de internet, te quede tiempo para tu chico, para seguir estudiando, trabajando, en definitiva eres una marijose o son 82 marijoses???

Saludos multifacéticos ;)
M.

el divan de Silvie dijo...

Parece un libro interesante. Lo pondré en la lista.

Gracias por la info.
Besos

marijose dijo...

Martín, me he reido mucho con tu comentario xDDD. Pero te aseguro que mi vida es de lo menos apasionante que te puedas imaginar. Y si me da tiempo a hacer todas esas cosas, es porque no hago otras muchas (por ejemplo, no veo la tele casi nunca) y por eso saco tiempo. De todas formas, me apunto tu idea para un post!

Eso sí, estate pendiente a la próxima receta... creo que me vas a odiar ;-)

Divan de Silvie, este libro lo que tiene es que es muy entretenido. Si lo lees, espero que te guste.

Gracias por tu visita!!