viernes, 3 de julio de 2009

Endulzándome la vida



Ésta fue mi merienda del miércoles por la tarde. Estaba totalmente agotada y decidí darme un homenaje. El bizcocho de chocolate fue una improvisación que hice en dos segundos y con lo que tenía en la cocina. No tenía ni huevos, y por eso quedó con una textura tipo Brownie, que para comer sólo no estaba muy allá, pero con helado estaba riquísimo... fácil de hacer y resultón...

INGREDIENTES
- 200 gr harina
- 100 gr chocolate negro en polvo
- 250 gr azúcar
- 300 ml leche
- un sobre de levadura Royal
- chips de chocolate (de una bolsa que tenía rulando por el armario)
- almendras troceadas (también estaban de fondo de armario y las eché, por probar).

ELABORACIÓN
Se mezcla todo y se echa en un molde engrasado con aceite o mantequilla. Se mete en el horno precalentado a 180º unos 30 minutos (o hasta que se pinche y salga limpio) y voilá!!! Terminado!!!



Por lo demás, la semana ha tenido una mezcla de emociones buenas y malas, todas juntas, de golpe, que han dado como resultado que sea viernes (madre mía, he tenido que pensarlo, no sé ni en qué día vivo) y mi única petición sea poder dormir una noche sin tener que despertarme con el despertador... ¿lo conseguiré?. Aquí un resumen de lo bueno, lo malo y lo mejor que me ha tenido como loca toda la semana:

- Lo malo: Se rompió el aire acondicionado y el miércoles el técnico seguía sin venir y yo asfixiándome en mi casa.

- Lo bueno: Gracias a que vino el técnico, lo acompañé a la azotea a comprobar el aparato y descubrí el pedazo de azotea que hay en mi edicifio!!! no es que sea grande, al contrario, pero se ven unas vistas de Madrid impresionantes, me dejó flipada. D. y yo ya hemos planeado una cenita-picnic en la azotea el día menos pensado viendo los tejados de Madrid, y la voy a hacer por mucho que la comunidad prohiba subir allí arriba, pero me da igual, porque es precioso y no pienso perder la oportunidad.

- Lo malo: Me quedé encerrada en el ascensor porque a la luz del edificio le dio por irse justo cuando yo bajaba con el ascensor lleno de trastos. Tuve suerte y el técnico (el de los ascensores, no el del aire acondicionado), estaba por la zona y sólo tardó 15 minutos en llegar a rescatarme.

- Lo (pseudo)bueno: Llegó el técnico (esta vez el del aire), subimos a la azotea, comprobó el aparato, nada raro. Bajamos al piso, lo enchufa y... ¡¡¡¡funciona!!!! yo flipando y con cara de tonta jurándole que llevaba dos semanas sin enfriar y que no sé por qué ahora sí que va. El técnico me mira con cara de pensar que soy corta y se va.

- Lo malo: Hemos descubierto que el aire no va, sigue averiado, lo que pasa es que si cuando deja de funcionar quitas el automático y lo vuelves a dar, el aparato se reinicia y va bien durante unas horas. Al técnico le funcionó porque llegó justo después de que se fuera la luz y de mi encierro en el ascensor y por eso el aire iba bien. Así que tengo que llamarle otra vez, lo va a flipar xDDD. Por lo menos ahora cuando se bloquea, reiniciamos y vuelve a enfriar, así que por lo menos no nos morimos del calor...

- Lo bueno: El miércoles me fui al pregón de Orgullo a ver a Virginia y a beber mojitos, lo pasé genial, a pesar del calor y de la gente.

- Lo malo: Ayer por la tarde tuvimos que salir corriendo para el Hospital de Cuenca sin saber muy bien qué pasaba. Por suerte, al final no fue nada grave y todo quedó en un susto.

- Lo bueno: Como estábamos en Cuenca, D. me llevó a cenar al Parador de Alarcón, uno de mis rincones preferidos de España. Me encantan los castillos y cenar en uno de los salones me encantó. Ahora sólo me falta pasar allí un fin de semana, en la suite, a ser posible, pero eso ya lo dejamos para cuando tengamos dinero xDDD.



Al volver me quedé dormida en el coche, y no es para menos, después de todos los líos de esta semana... ahora sólo me queda esperar a que llegue esta noche para... ¡¡¡¡DORMIR!!!!

2 comentarios:

Chasky dijo...

Ufff, con el cague que me dan los ascensores me quedo yo encerrado y cuando salga estoy más blanco que Michael Jackson.

marijose dijo...

Jejejejeje, Chasky, yo tuv suerte porque los ascensores no me dan mucho miedo y además había gente fuera y estaba hablando todo el rato, así que tampoco me aburrí, pero sí que es verdad que cuando se apaga la luz del ascensor y se queda todo oscuro impresiona bastante...