domingo, 31 de enero de 2010

Tarta tres chocolates


A petición popular (bueno, en realidad tres personas, pero dejadme que me ilusione) voy a poner la receta de una de mis tartas estrella, la que más veces he hecho y que triunfa allá donde la llevo: la tarta de tres chocolates.

Esta tarta anda por todo internet (yo la he visto en muchos blogs) y la verdad es que no es para menos, está buenísima, entra por los ojos, parece mucho más difícil de lo que es y nunca falla. Lo malo es que si se hace a la forma tradicional, es decir, si no eres un afortunado con Thermomix, es muy pesada de hacer y hay que estar todo el rato removiendo, así que hay que tomarla con ganas, aunque luego el resultado merece MUCHO la pena. En fin, al lío.

INGREDIENTES:

- 500 gr de chocolate negro.
- 500 gr de chococolate con leche.
- 500 gr de chocolate blanco.
- 1200 ml de nata líquida.
- 1200 ml de leche
- 6 sobres de cuajada.
- Bizcochos de soletilla.
- Una taza de café con leche.


ELABORACIÓN:

Primero hacemos la base de la tarta. Para ello, empapamos los bizcochos de soletilla en el café con leche y los ponemos en el fondo de un molde desmontable.

Luego, tenemos que hacer las tres capas de chocolate. Para cada capa necesitaremos:

- 500 gr chocolate (puro, con leche o blanco)
- 400 ml de nata líquida
- 400 ml de leche
- 2 sobres de cuajada

El procedimieno es siempre el mismo: ponemos en un cazo la nata y la leche (reservamos medio vaso para la cuajada) y dejamos que se caliente. Cuando esté a punto de hervir, echamos el chocolate y removemos hasta que se haya fundido. Entonces disolvemos los dos sobres de cuajada en el medio vaso de leche que hemos reservado y lo añadimos también al cazo siguiendo las instrucciones de la caja (hay que remover durante 10 minutos, pero mejor hacer caso a las instrucciones).

A continuación, echamos sobre la base del bizcocho y procedemos a hacer las siguientes capas de chocolate. Yo empiezo con el chocolate puro, sigo con el de leche y luego el blanco, pero podéis hacerlo en el que prefiráis.

Se hacen las otras dos capas, se vierten en el molde y luego se mete en el frigorífico hasta que cuaje (unas cuantas horas). Decoramos al gusto y... ¡a comer!

CONSEJOS VARIOS:

- Como veis por las fotos, puede hacerse tanto en molde grande, como en moldes individuales (en mi caso, era un vaso). Eso va a gusto del consumidor. Por cierto, perdón por la calidad de las fotos, pero hace tiempo que no hago esta tarta y son muy rudimentarias. Sobre todo por la decoración, que otras veces me ha quedado mejor, pero bueno, si vuelvo a hacer la tarta, actualizaré con fotos más decentes.

- Yo uso tantas cantidades porque mi molde de la tarta es enorme (no sé los centímetros, lo siento), por eso doblé las "cantidades estándar", lo digo para que, a la hora de calcular, no os asustéis de ver tanto chocolate, porque a mí me sale una tarta inmensa, de la que salen fácilmente 12 porciones grandes y contundentes.

- Yo no le pongo nada de azúcar a esta tarta porque me gusta mucho el sabor del chocolate y no quiero enmascararlo y porque si lo hago creo que quedaría demasiado dulzón y empalagoso, aunque eso va por gustos.

- Lo más complicado de esta tarta es evitar que se mezclen las capas. Por eso, hay que dejar enfriar un poco la capa de abajo antes de echar la siguiente pero si se enfría demasiado no se pegarían y luego las capas resbalarían. Para evitar eso, lo mejor es rallar ligeramente la superficie de cada capa con un tenedor antes de echar la siguiente y así seguro que sale perfecto. Tambien es recomendable llevar mucho cuidado al verter cada capa para que no haga agujero en la de abajo, así que mejor ayudarse con una cuchara o algo para que caiga más suave.

- Las primeras veces que hice esta tarta desmigaba los bizcochos de soletilla que me sobraban de la base y lo mezclaba con el chocolate con leche antes de echarlo en la tarta, de manera que quedaban dos capas (la de chocolate blanco y las de chocolate negro) a la manera tradicional y la del medio era más esponjosa y tenía una textura distinta. El resultado también está buenísimo, así que os lo recomiendo.


Espero que os guste esta tarta. Lo que está claro es que es para amantes del chocolate y que desde luego no ayuda a ninguna dieta que se esté siguiendo, porque esta tarta es contundente y tiene como mil calorías por ración pero está taaaaaaaaan buena que no importa realmente. ¡Así que animaos a hacerla y a disfrutarla!

viernes, 29 de enero de 2010

Buenos presagios


¿Qué ocurre cuando el creador de historias más inquietante e imaginativo se junta con el escritor más alocado y disparatado? O, para que se me entienda... ¿qué ocurre cuando Neil Gaiman se junta con Terry Pratchet? Pues que escriben un libro entretenido, irracional, ácido e irónico sobre el fin del mundo, el Apocalipsis y el Anticristo y encima van y lo titulan “Buenos Presagios”, por si no hubieran quedado claras sus intenciones.

En un principio, tuve la impresión de que se trataba de una mezcla que no funcionaría, quizás por el halo de hombre enigmático y atormentado que rodea a Neil Gaiman, lo que puede llegar a chocar con la aparente superficialidad de las obras de Terry Pratchet, pero hace un par de semanas me decidí a darle una oportunidad al experimento y ha terminado siendo todo un descubrimiento. Lo mejor de todo es que, aunque se puede llegar a identificar la aportación (desde el punto de vista creativo) de cada uno de los escritores, el conjunto no chirría, sino que se complementa a la perfección.

Y así nos encontramos con una visión de los últimos días de la Tierra a la que se le da una vuelta de tuerca para que resulte original y con un puntito cómico que le quita profundidad al tema y hace que la novela tenga una lectura ágil y entretenida. Porque la temática no es nada nueva: la eterna lucha entre el Bien y el Mal, el Cielo y el Infierno, el Armageddón, el fin de los tiempos marcado por el nacimiento del Anticristo que provocará la lucha definitiva de la que sólo puede salir un vencedor.

Pero como no podía ser menos, el tópico acaba ahí, porque en esos últimos días de la tierra nos encontramos con un grupo de personajes relevantes que pueden hacer que la balanza se incline hacia uno u otro lado: un Ángel y un Demonio unidos por una atípica amistad que demuestran que la mítica frase de “ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos” está más vigente que nunca; un cazador de brujas que no termina de creer en su existencia, una bruja encargada de interpretar las predicciones de un antepasado que, sorprendentemente, acertaba en sus augurios; un Perro del Infierno convertido en cachorro por obra y “gracia” de su dueño, el Anticristo, que a su vez es un chico travieso de 11 años sin consciencia de su temible poder... y toda una serie de alocados y divertidos sucesos en los que se ven envueltos los personajes mientras el mundo se aboca a su ¿inevitable? final.

Sé que quizás soy un poco pesada con mi adoración por Gaiman, pero es uno de los pocos “artistas” que no me han defraudado nunca y me sorprende enormemente su capacidad de creación, de invención, de elaborar historias aparentemente sencillas pero con un toque único que sólo él sabe darle. Y el hecho de que en esta ocasión estuviera también metido en el proyecto uno de los mejores escritores de literatura fantástica que he leído, no hace más que sumarle puntos al resultado.

Quizás no sea una obra maestra, pero desde luego es un libro inolvidable, de los que puedes releer de vez en cuanto porque siempre descubrirás nuevas referencias y detalles y porque las “bromas” te seguirán divirtiendo y sorprendiendo como si fuera la primera vez. Como siempre, por mucho que yo diga, no hay nada mejor que dejar que el libro hable por sí solo, así que aquí os dejo un fragmento, espero que os guste:

"Cuentan las teorías actuales acerca de la Creación que, si el Universo fue creado, y no sólo apareció allí, que es lo que ocurrió extraoficialmente, nació hace entre diez mil y veinte mil millones de años.Estas fechas están equivocadas.

Los eruditos judíos de la Edad Media establecieron la fecha de la Creación en el año 3760 a.C. Los teólogos griegos estimaron que se remontaba al 5508 a. C. Sugerencia que también está equivocada. El Arzobispo James Usher (1580 - 1656) publicó "Annales Veteris et Novi Testamenti" en 1654; en dicho documento se sugiere que el Cielo y la Tierra fueron creados en el 4004 a.C. Uno de sus consejeros profundizó en los cálculos y logró anunciar triunfalmente que la Tierra fue creada el Domingo 21 de octubre del año 4004 a.C., a las 9 en punto de la mañana, porque a dios le gustaba ponerse a trabajar bien pronto, aprovechando que estaba más despejado.

También se equivocó. Por algo menos de un cuarto de hora.

Todo el asunto de los esqueletos de dinosaurios fosilizados fue un chiste que los paleontólogos no acaban de coger. Lo que demuestra dos cosas: La primera, que Dios se rige por patrones extremadamente misteriosos, por no decir tortuosos.

(...)

La segunda, que la Tierra es Libra".

jueves, 14 de enero de 2010

Breves

Madrid. Miércoles. 8:30 de la mañana. Marijose y D. salen de casa y se dirigen hacia el Starbucks. Mocca Blanco Tall para él y Caffé Latte con leche fría y skinny muffin para ella. Se apresuran hacia el coche y entran rápidamente para evitar el frío polar de la calle. D. baja por Gran Vía, cruza Plaza de España y toma Princesa mientras marijose, medio dormida, da pequeños sorbos a su café. D. mira el espacio vacío entre los dos asientos.

D.: Oye, ¿lo que bebes es tu café?
Marijose: Sí.
D.: ¿Y el mío?
Marijose: ...
D.: Encima del coche.

Marijose todavía se está riendo.

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, GUAPO!!!
(y gracias por alegrarme las mañanas)

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P.D.: Y no os preocupéis, D. recuperó su café milagrosamente intacto, aunque lo de ver un coche por en medio de Madrid con un café haciendo equilibrios en el techo es una estampa impagable xDDD.

sábado, 9 de enero de 2010

Minutos musicales

Pensamientos varios, frustraciones y reivindicaciones sobre la música.

Spotify. Aunque no suelo escuchar mucha música en el ordenador, le voy pillando el gustillo a spotify. Sobre todo para escuchar música que sé que no me voy comprar el original porque para eso soy muy selectiva. Sin embargo, sólo hay una cosa que me falta para que este invento sea perfecto... LA CASA AZUL EN SPOTIFY YA!!! Que el otro día andaba yo con mono de escucharlos y, entre que no los tengo en el iTunes y que Spotify (incomprensiblemente) no lo tiene en su catálogo, me quedé con las ganas. Muy mal, a ver si llegaran pronto a un acuerdo con Elefant (la productora) y los meten, que tengo ganas de escucharles (sobre todo, esta canción, que, a pesar de no ser su estilo, me da muy buen rollo).

La desinformación de las webs. Resulta, que desde que Pedro Guerra sacó en septiembre "Alma mía", yo ando como las locas esperando un concierto suyo en Madrid, así que entro en su web de vez en cuando para comprobar las fechas. Hace un par de semanas vi los cielos abiertos (por poco tiempo). La información era: 28 febrero, Madrid. Aham... muy bien. Madrid, ese ente. Primera duda ¿es toda la región o la capital? Asumo que es la capital porque si fuera en algún pueblo, lo habrían puesto directamente. Genial, eso me reduce las opciones a unos pocos miles de sitios posibles. Hago una búsqueda en google y, como era de esperar, no encuentro nada (era dar palos de ciego). Mando un mail a la dirección de información y, como era también de esperar, dos semanas después no me han contestado.

Señores de Sony (o los de la web, me da igual): me están tocando las narices. Entiendo que si el concierto es en un pueblo, no pongan el lugar, porque es relativamente fácil de encontrar, pero, siendo Madrid, pongan entre paréntesis la sala, o un link a la web que venda las entradas o lo que sea, pero den algo más de información. O, si no la dan, ¡contesten los mails! Es que son ganas de hacer las cosas mal, y esa clase de desidia e incompetencia me sublevan.

Seguramente yo terminaré enterándome de dónde es el concierto e iré, porque soy muy pesada e insistente, pero luego que no se vengan quejando las discográficas de que con la crisis la gente no consume música, porque cuando las cosas están mal hechas, no se pueden echar la culpas al público.

Vinagre y rosas. Uno de mis regalos navideños ha sido la edición especial del nuevo CD de Sabina. Aún no a he podido ver a fondo, pero ¡es una pasada!. Un libro muy cuidado, con dibujos de Sabina, sus textos de las canciones (que no se entienden un carajo, con la letra que tiene y los tachones) y unas fotos muy chulas, todas del estilo de la portada del CD, pero con una estética que me gusta mucho. Ahora tengo que sacar tiempo para escucharlo tranquilamente y para echarle otra mirada al libro, sin prisas.

Despertador. Odio la música que tiene el despertador de mi móvil. Es especialmente irritante. Cosa que, por otro lado, está bien, porque te levantas sólo para dejar de oírla, pero para empezar el día de buen humor es lo peor que puedas encontar. Así que ando buscando una canción que dé buen rollo espiritual por las mañanas y el ánimo suficiente para salir a la calle con el frío que hace.

De momento, me he bajado la intro de The Big Bang Theory (¿se nota mucho que adoro esa serie?), porque la canción me encanta, pero creo que es algo muy friki hasta para mí, así que se aceptan sugerencias de canciones buenrollistas y cortitas, porque no da tiempo a escucharla entera.

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P.D.: Blanca, guapa, a estas alturas estarás ya instalada en Bruselas. Que sepas que te echo mucho de menos, lo de no tener compi es un rollo! Vuelve pronto, que ya sabes que tenemos pendiente una tarde juntas (de despedida atrasada) y una tarta Guiness xDDD.

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ACTUALIZACIÓN: Pues por lo visto los de la web de Pedro Guerra estaban esperando a que yo escribiera este post para contestarme, porque hace un par de días recibí la contestación xDDD.

Por si a alguien más le interesa, el concierto es en el "Teatro de Madrid" (donde La Vaguada), aunque aún no sale en su programación, pero igualmente me han dicho que aún no están las entradas a la venta.

Así que rectifico, y doy las gracias a Mansi Producciones por facilitarme la información. Así que nada, si alguien se apunta, ya sabe el plan para el 28 de febrero! ;-)

lunes, 4 de enero de 2010

Bienvenidos al capitalismo salvaje


Hay series que son obras de arte, con varias lecturas, tramas, subtramas, giros del guión, reflexiones y demás implicaciones varias. Y luego están las series sencillas, directas y cuyo único objetivo es entretener sin más. Better off Ted es un brillante ejemplo de esto último, una serie sin pretensiones, con un planteamiento claro, pero ácida, surrealista e intensamente divertida.

Probablemente muchos no la conozcáis porque ha pasado bastante desapercibida incluso en USA (renovó milagrosamente para una segunda temporada y está por ver que haya una tercera), pero personalmente creo que es una pena que, por los motivos que sean, no haya tenido más repercusión entre la audiencia. Quizás los primeros capítulos eran un poco flojos, pero enseguida comenzó a mejorar y en cada episodio derrocha diálogos ingeniosos y surrealistas a partes iguales.

El punto de partida es bastante simple: Veridian Dynamics es una empresa puntera en la investigación de nuevos y alocados productos y todo un ejemplo de multinacional sin escrúpulos. En ese ambiente tan agradable trabaja un equipo con personajes dispares pero complementarios (y estereotipados): Ted, el motivador jefe de equipo; Phil y Lem, los científicos lunáticos; Linda, la única persona con buen corazón y con valores que queda en la empresa (aunque, para mi gusto, la más aburrida) y Veronica, la jefa tirana y más “bitchy” que os podáis echar a la cara. Como veis, no es nada del otro mundo, pero Better off Ted tiene varios puntos muy positivos que son los que han hecho que esta serie haya conseguido un hueco en mi corazoncito (y en mi disco duro):

- Portia de Rossi haciendo de Veronica. Inmensa, genial, lo mejor de la serie sin ninguna duda. Igual que TBBT no sería nada sin Sheldon, Better off Ted no podría sobrevivir sin sus comentarios hipócritas, egoistas, caústicos, hirientes e infinitamente divertidos. Quizás al principio puede resultar odiosa, pero con el tiempo terminas adorándola y su presencia en los capítulos es imprescindible. Sólo por verla a ella merece la pena darle una oportunidad a la serie.

- El (sur)realismo del planteamiento. Como he dicho, Veridian Dynamics es una empresa sin corazón que exprime a sus empleados y no tiene el más mínimo miramiento por su bienestar. Reconozco que las tramas de los capítulos están exageradas hasta el ridículo pero, en muchos casos, hay una idea subyacente que no es tan alocada y que se acerca a la realidad de las empresas de hoy día mucho más de lo que podríamos pensar.

Por ejemplo, recientemente una de las tramas mostraba cómo la empresa usaba la muerte de un trabajador para manipular al resto de empleados y obligarles a aumentar sus horas de oficina hasta límites insospechados. Que yo sepa, eso (aún) no ha ocurrido en la realidad, pero me hizo recordar al día que una amiga recibió un mail comunicando a la plantilla la muerte del fundador de la empresa y que terminaba con una frase lapidaria: “Él habría querido que siguiéramos trabajando”. La realidad supera a la ficción y, cuando no lo hace, es por poco. Por eso, todos los que trabajen en megacorporaciones se sentirán identificados con algunas de las “prácticas empresariales” adoptadas en la serie.


- Rose, la hija de Ted. Un personaje que en la primera temporada no salía mucho, pero cuando lo hacía no dejaba indiferente. Ahora la están utilizando más y todas sus intervenciones son acertadísimas, poniendo el contrapunto de cordura en muchos momentos y dejando capítulos gloriosos. Incluso personajes que son más flojos ganan enteros cuando interactúan con esta niña de 12 años, y cuando se junta con Portia la serie gana enteros en cuestión de segundos.

- Las cortinillas de entrada. Al tener una duración de 20 minutos, Better off Ted no puede permitirse largas intros pero, a cambio, en cada capítulo nos ofrece una “cortinilla audivisual” imitando un anuncio de publicidad corporativa de la empresa sobre el tema que se trata en el capítulo a modo de presentación (aunque, últimamente, estas “intros” pueden aparecer en cualquier momento del capítulo o, incluso, no aparecer). En estos detalles es donde reside, en mi opinión, la genialidad de esta serie, no sólo por la originalidad que destila cada una de estas piezas sino porque, de lo exageradas que son, resultan creíbles. Además, reflejan la hipocresía de las multinacionales capitalistas de la forma más acertada e irónica que haya visto nunca.




- Química. Porque los personajes funcionan, sus relaciones entre ellos están claras y crean un grupo redondo. Cada uno de ellos tiene algo que te hará cogerles cariño y Phil y Lem (los científicos), son la pareja más nerd, bizarra y surrealista que he visto en la televisión actual. Porque Ted es un cielo, un jefe de primera, un padre encantador y el yerno que toda madre querría para su hija. Porque Linda, a pesar de ser la más aburrida, también es la más cándida y la única que ve claramente los abusos irracionales por parte de la organización. Porque si faltara uno de ellos la cosa ya no sería lo mismo y se agradece ese trabajo coral por parte de los actores.

Y esas son las principales razones por las que recomiendo esta serie. Quiźas no sea tan divertida como TBBT, mi comedia favorita, pero aquí también tienes risas aseguradas y un buen rato entretenido seguro que pasas. Yo empecé a ver esta serie de casualidad y, ahora que está avanzada la segunda temporada, se ha convertido en una de mis imprescindibles, porque sé que siempre me va a dar lo que le pido y, encima de una forma ingeniosa, sencilla y alocada. Si os animáis, ya me contaréis qué os parece parece, pero yo de vosotros le daba una oportunidad, seguro que os sorprendéis.

Bienvenidos al capitalismo salvaje. Bienvenidos a Better off Ted.

domingo, 3 de enero de 2010

Revival comiquero

Para quien me conozca, mi afición a los cómics puede resultar un tanto bizarra, una excentridad más que parece no tener mucho sentido. Sin embargo, la cosa se explica si hago una regresión y os cuento las lecturas que me han acompañado recurrentemente desde que supe leer hasta que me fui de casa de mis padres (y aún hoy, incluso).

De hecho, todas esas colecciones de cómics (o tebeos, que es como más nuestro), se conservan en perfecto estado, después de haber sido leídas y releídas por mí varias veces, y lo que les queda...

Ahora os pensaréis que voy a salir aquí con modernismos snobs, que últimamente está muy de moda toda la Marvel, DC o cosas del estilo. Pero no, mis lecturas juveniles fueron incluso más atípicas si cabe, porque el origen de esta afición está en que mi padre, que había leído todas esas historias de pequeño, decidió comprar las colecciones enteras y, como en ese momento la única que andaba dando follón por mi casa era yo, me puso un tomo entre las manos y me dijo: "Mira, esto es lo que leía tu padre cuando tenía tu edad". Y yo, que me entretengo con cualquier cosa y me encanta leer, le tomé cariño a esos libros y a esos personajes, y ya los siento como míos.

Así que, en un arranque revival, como el programa de La Primera de después de las campanadas, os los presento:

1.- El Capitán Trueno


Empezamos por la puerta grande. La historia no puede ser más sencilla: un caballero que anda por el mundo "desfaciendo entuertos" junto con sus dos leales compañeros. Sin embargo, la clave de estas historias estaban en la mezcla justa de realidad y fantasía, lo mismo luchaban contra un ejército de infieles ("Santiago y cierra, España", todo muy patriótico, of course) que se encontraban con criaturas marinas de cien ojos y miles de tentáculos. Además, aunque la estructura básica de cada aventura era similar, no se hacía nada repetitivo porque cada vez se introducían elementos diferentes que evitaban que cayera en la rutina.

Y ni que decir tiene que yo por aquél entonces ansiaba ser como Sigrid (la novia del capitán Trueno): una reina vikinga, tan rubia, tan esbelta, tan valiente, tan estupenda... no como la lánguida de Claudia, una patricia romana que se pasaba el día esperando ser rescatada por su novio, lo que nos lleva al siguiente de la lista...

2.- El Jabato.


O lo que para mí venía siendo un Capitán Trueno tuneado y menos machote. A pesar de ello, tenía sus buenos momentos y unos secundarios que en ocasiones tenían más protagonismo que él y a los que les cogías más cariño desde el principio. Siempre me dio la impresión de que El Jabato era un quiero y no puedo y se quedaba a medio camino, pero aún así entretenía, y mucho.

3.- Roberto Alcázar y Pedrín.


Un cómic con un planteamiento que hoy día sería surrealismo puro. Soy plenamente consciente de que con estos títulos que os pongo, parece que nos hemos transportado a "Curso del 63" y que yo soy un señor de 50 años que ve "Cuéntame", pero os aseguro que no, lo que no quita que mis lecturas infantiles puedan parecer un anacronismo. De hecho, lo que más me preocupa sobre este cómic en particular, es que los protagonistas eran un señor de mediana edad musculado y un niño que le acompañaba a todas partes y se dedicaban a luchar contra el crimen organizado, y yo lo veía tan normal. No sé, da que pensar.

Eso sí, lo que tengo claro es que todas estas lecturas son un filón si en algún momento de mi vida decido ir a "Saber y Ganar", ya que, no sé por qué extraño motivo, las preguntas de esta temática son recurrentes en el programa. Eso sí, probablemente sería lo único que supiera contestar.

4.- Tintín


No podía faltar, aunque sea más común. Más allá de las posibles acusaciones de misoginia por parte del autor, cuando eres pequeña sólo te quedas con las historias de un chico valiente, inteligente y bondadoso que lucha contra los malos por todo el mundo. Además, se agradecían unas tramas con más transfondo y variedad y la amplia galería de personajes secundarios que eran en ocasiones incluso más importantes y entrañables que el protagonista.

5.- Astérix y Obélix


Sin duda, de mis preferidos. Creo que son los que más veces he leído. Aún hoy me siguen entreteniendo a pesar de que me sé los argumentos de todas las historias de memoria y el factor sorpresa desapareció hace años. Además, Idefix es taaaaaan mono (sobre el papel, claro)

Tanto cariño les tenemos, que en unas vacaciones que pasé en París con mi familia, pasamos más tiempo en el Parque Astérix que en Eurodisney. Es más pequeño, pero también más acogedor, con buenos espectáculos, menos colas y mucho más divertido.

Eso sí, no perdonaré nunca la falta de respeto que supuso para los seguidores del cómic que Uderzo (el dibujante) quisiera continuar enriqueciéndose tras la muerte de Goscinny (el guionista) y continuara publicando pseudohistorias con guiones absurdos y que no hacían más que devaluar a unos personajes tan redondos. No me he comprado ni uno de esos números ni pienso hacerlo. Para mí, la colección terminó con la muerte de Goscinny (por desgracia) y así debería haber quedado.

De las películas, mejor no hablar porque eso ya clama al cielo. Por supuesto, me refiero a las que hicieron con actores, las de dibus las tenía en VHS y eran muy entrenidas.

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Por supuesto, tengo más colecciones: El Guerrero del Antifaz, el TBO, varios Superhumor de Zipi y Zape, casi todo Mortadelo y Filemón, muchos otros de Ibánez (Pepe Gotera y Otilio, 13 rue del Percebe, el Botones Sacarino...), hasta una mini-colección de Superlópez... pero los que he puesto son los que, por uno u otro motivo, recuerdo con más cariño.