lunes, 22 de junio de 2009

Blanca y radiante

No, no soy la que se casa, es mi amiga I. Lleva organizando su boda desde hace un año y medio ([off-topic ON] Que esa es otra historia, tener que pedir Iglesia con tanta antelación, el día menos pensado al hacer la comunión te van a dar como regalo la fecha de la boda, porque visto, lo visto... [off-topic OFF]). La cuestión es que se casa, y que estamos todos como locos, preparando cosas e intentando que todo salga perfecto, yo estoy estresada y ella ya en el momento menos pensado se sube por las paredes a lo Spiderman. Y lo peor es que no me resultará extraño, porque vaya líos. Todo el asunto de la boda me ha hecho aprender varias cosas, mucho menos superficiales de lo que pueda parecer. A saber:

- que las bodas me hacen MUCHA ilusión. Pero las de los demás. Me he reafirmado aún más en mi idea de que lo de casarse es un complemento bastante innecesario. Es decir, me encanta que se case la gente, ver lo contentos que están, ayudarles, ilusionarme con ellos, pero definitivamente no es para mí. No sólo por las implicaciones religiosas, que siempre te queda la opción civil, ni por los beneficios del contrato en sí mismo considerado, que en cierto modo es el único motivo que puedo encontrarle. Sí, estoy un poco descreída con todo esto, pero creo que es deformación profesional, cuando mi amiga I. nos dijo que se iba a casar, mi primera pregunta (después de los gritos y las felicitaciones, claro) fue "¿Y vais a hacer capitulaciones matrimoniales?". Sí, el Derecho corre por mis venas y es peor de lo que había imaginado xDDDD.
De todas formas, el motivo principal que me ha hecho renegar definitivamente de toda esa celebración, es la organización que conlleva y las miles de cosas que hay que tener a punto, más que nada porque si mi madre y yo ya hemos tenido encontronazos para elegir un vestido y unos zapatos para la boda, si tenemos que organizar una puede declararse la tercera guerra mundial, y no es broma, que nos conozco...

- que dentro de mí hay una organizadora de eventos, y eso que no he tenido mucha bola en el asunto, pero me habría encantado. Soy una maniática del orden, y eso hace que me encante todo lo que tiene que ver con organizar cosas, me vuelve loca. Siempre he sabido que dentro de mí hay una "secretaria/asistente personal" agazapada a la espera, es mi vocación frustrada. Si alguien viene ahora mismo, tal y como estoy, y me ofrece un puesto organizando festejos (presentaciones, cócteles, bodas...) o de asistente personal (que no secretaria pura y dura, que conste) ni me lo pensaba, sería feliz. Eso sí, como dice D., que se prepararan los que trabajaran conmigo porque con lo estricta y neuras que soy, no les pasaría ni una xDDDD.

- que D. debe quererme mucho, porque ha aguantado que los últimos 5 meses el tema de la boda fuera recurrente y que en cada conversación terminara surgiendo algo sobre el asunto, porque cuando quedábamos con mis amigas era el tema estrella (y único) de la noche, porque el día de la boda ya tiene varias tareas asignadas y porque tiene que ayudarnos a hacer una presentación con fotos para los novios (que áun tenemos a la mitad, a estas alturas de la vida...) y aún así no se queja y se muestra dispuesto, porque en la Iglesia se va a quedar solo porque yo tengo que ir a sentarme en el sitio de los testigos (sí, soy testiga, me hace una ilusión...) y él automáticamente pensó en buscar al resto de novios abandonados por las testigas para formar un clan, sin darle más importancia al asunto, y porque antes de ir a la ceremonia le preguntaré unas mil veces si voy bien, si el peinado está en su sitio, si le gusta... y él me responderá a todo que sí, hasta que se me pase la histeria... es un cielo... (y yo una pesada, lo sé).

- que se me hace difícil imaginarme que mi amiga I. se casa de verdad, que se va de casa de sus padres, que era mi refugio de acogida durante todos los años que he estado en Madrid, y su madre me invitaba a comer algunos domingos para que no estuviera sola. Y ahora ya cuando me invite será a su casa, la suya de verdad, se me hace raro y creo que me va a costar acostumbrarme. De hecho, con lo despistada que soy, seguro que algún día quedamos y voy a recogerla a casa de sus padres, no lo dudo...

No había pensado todas esas cosas hasta ahora, pero este finde, ya me di cuenta de todo eso, y creo que me sobrepasó un poco, teniendo en cuenta la situación en la que me encuentro, que no sé ni para dónde voy, el hecho de que alguien como I. encauce su vida de esa manera me hace sentirme orgullosa de ella, porque sabe lo que quiere y va a por ello. Supongo que éste es el momento en que debo empezar a aclarar mis ideas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay MJ!!! Qué bonito tu post!! me he emocionado y todo... Cómo no te habías dado cuenta de que no los leía?? te habría comentado...

a partir de ahora firmo estilo G Girl, que me ha encantado..

xoxo, I

marijose dijo...

Jo, hay que ver qué rápida lees. Yo detrás de ti por el blog contestándote jajaja, somos lo peor

Es que pensaba que te habías enterado después de esto, tipo septiembre o por ahí, y no sé, a mí me parecía raro que no dijeras nada, pero como nunca surgía el tema cuando nos veíamos, pues se me olvidaba preguntarte, ya ves tú jajajaja.