martes, 21 de septiembre de 2010

Cara y cruz

Este fin de semana he visto dos pelis: una me ha encantado y otra es de lo más absurdo que he visto en mucho tiempo. Pero vayamos por partes.

La cruz: Adele y el misterio de la momia



Creo que justo la estrenaron en los cines este fin de semana aunque ya os podéis imaginar que yo la vi por medios más... digamos... ortodoxos. Eso sí, desde ya y con conocimiento de causa os aviso: ¡NO VAYÁIS! ¡NI SE OS OCURRA! ¡HUID, INSENSATOS! Vamos, yo porque estaba en el sofá de mi casa pero llego a pagar 9€ por ver esto y me corto las venas en el cine.

Eso sí, no penséis que la peli es mala, que no es exactamente eso, es... indescriptible. El problema es que yo, viendo el trailer y la sinopsis, pensaba que iba a ser una peli de aventuras al estilo de "La momia" o algo así, pero sólo va en esa dirección durante los 5 primeros minutos. Luego ya empieza el caos y la locura. SPOILERS De repente, aparece un pterodáctilo que causa estragos en París porque un señor mayor lo ha revivido (no sabemos por qué), Adele tiene una hermana que está en estado vegetal por una historia absurda (que no contaré porque fue demasiado hasta para mí) y hay escenas muy "creepy" cuando sale y que dan un mal rollito tremendo. Por si fuera poco, Adele se trae ella solita una momia de Egipto como quien trae un souvenir de las pirámides y doma al pterodáctilo como si fuera un pequeño cachorrillo inofensivo. Todo muy verídico y de andar por casa. Y ya no cuento nada de lo que pasa desde la resurrección de la momia, porque son los 45 minutos más bizarros, extraños, surrealistas y desconcertantes que he visto en mucho tiempo. FIN SPOILERS

En su favor diré que llega un momento en que, al ser tan absurda (y hasta ridícula), pues terminas riéndote y como película de humor puede tener su gracia pero me quedé sin entender en qué momento hubo gente (guionistas, director, productores...) que pudo pensar que "eso" tenía un mínimo de coherencia y dar un resultado medianamente digno como para invertir dinero.

Eso sí, admito que al ver los títulos de crédito entendí muchas cosas: la peli es francesa y, salvo excepciones, no sé que me pasa con el cine francés que no capto su sentido del humor. Sin ir más lejos, "Bienvenidos al norte", que teóricamente es divertidísima, me resultó tediosa e irritante a más no poder. Será por eso...

La cara: Los Cronocrímenes


Llevaba mucho tiempo queriendo ver esta peli por las buenísimas críticas que había leido, pero lo iba dejando porque tenía la impresión (no sé de donde la había sacado, porque resultó ser errónea) de que era de terror y daba bastante miedo. Claro, yo que me asusto con nada y luego no duermo me resistía a ver la peli para no pasar un mal rato. Hasta que me he atrevido y me he llevado una grata sorpresa.

Poco puedo explicar sobre el argumento porque supondría revelar todo el misterio de la película pero, aunque a priori pueda parecer muy simple, es un gustazo ver algo tan bien construido, con un rodaje impecable, una historia bien cimentada y redonda, que al principio parece desconcertante pero se va desarrollando a lo largo del metraje para cerrar un círculo sin dejar cabos sueltos. Bien es verdad que, en estos tiempos de películas complicadas con muchos personajes, tramas temporales simultáneas y giros inesperados (me refiero principalmente a Origen, la película más reciente sobre el tema), puede resultar un tanto minimalista, pero también se agradece en ocasiones que te cuenten una historia sencilla, bien montada y que te deja con la sensación de las cosas bien hechas. Os la recomiendo sin duda alguna.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Miscelánea (II)

Una imagen



Rain Spell (aquí)



Una frase


Nada es más bello que un cuerpo desnudo. La prenda más bonita que puede vestir a una mujer son los brazos del hombre que ama (Yves Saint Laurent)



Una canción






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Sigo por el mundo... aunque no lo parezca ;-) Besos!

jueves, 6 de mayo de 2010

Miscelánea

Un cuadro



Galatea de las esferas (Salvador Dalí)

Una reflexión


¿El hecho de que te mire con cara de odio y ojos asesinos no te da una pista de que me molesta MUCHO tu conversación banal con tu colega de al lado, por mucho que hagáis el amago de susurrar? Llamadme loca pero siempre había creido que las bibliotecas eran para estudiar. Al parecer, hay opiniones divergentes al respecto.



Una canción





Una frase

La vida es lo que nos pasa mientras estamos ocupados haciendo planes.





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¡Que tengáis un buen finde! Pasadlo bien y portaos mal ;-)

lunes, 26 de abril de 2010

Las maravillas de Tim Burton

Y aquí está mi post carpetero sobre “Alicia en el país de las maravillas”, cuyo estreno estaba esperando desde hace mucho tiempo y que, como buena fans que soy, m'ancantao!. Con reservas, sí, pero ya está bien de muchas de las críticas que la dejan por los suelos cuando esta peli tiene también sus cosas buenas (la mayoría) y va siendo hora de defenderla un poquito.


Para empezar, fui a ver esta peli en 2D y en V.O. Lo primero porque el invento este del 3D no me termina de convencer y que, al ser un añadido a posteriori a la peli, pues por lo visto se ve todo como oscuro y no quería perderme los colores de los decorados ni del país de las maravillas por nada del mundo. Y lo de la versión original es una manía que estoy cogiendo últimamente porque estoy harta de doblajes malísimos y de voces que no pegan ni con cola con los actores (suele pasar más en las series que en las pelis) o de pasarme todo el rato sin concentrarme en la peli pensando de qué me suena una voz determinada, para terminar descubriendo que es la de Marge Simpson o la de Bruce Willis. En mi opinión, creo que es la mejor elección para disfrutar del cine sin distracciones.

Respecto a la película en sí, me he quedado enamoradísima del universo que ha creado Tim Burton, para variar. La llegada de Alicia al país de las maravillas es un derroche de colores y originalidad, el castillo de la Reina Roja me encantó (quiero una reproducción en miniatura ya! XDDD) y ciertas vistas generales me dejaron sin aliento. Además, me gustaron muchos las nuevas criaturas que ha introducido en la historia (como los monstruos que sirven a la Reina Roja) y la interpretación de otras más tradicionales: los gemelos Tweedledee y Tweedledum son adorables, el gato de Cheshire es un simpático y cínico embaucador, aunque se echa de menos que intervenga un poco más en la historia y la liebre es un personaje loquísimo y divertido.

Además, la historia me ha resultado muy entretenida, sin un momento de aburrimiento y con ciertas lecturas más “profundas” que el puro divertimento, como por ejemplo la soledad de la Reina Roja y su necesidad de ser amada, que sólo se vislumbra en algunas escenas, pero que la convierte en uno más de los personajes atormentados de Burton (aparte de que a mí Helena Boham Carter me cae genial y eso hace que ya la mire con buenos ojos a priori). Y lo mismo pasa con la “transformación” de Alicia, su reivindicación de su personalidad independiente y su reafirmación para ser dueña de su propio destino.


INCISO: A todo esto, decir que los modelitos “despreocupados” de Alicia me han encantado. Esa apariencia de desidia en plan de “Oh! He encogido pero con el calcetín me hago un vestido monísimo de rayas y cuello amplio de volantes que voy monísima de la muerte e ideal” y “Vaya! He encogido aún más pero con un trozo de lazo del calcetín el Sombrero me ha hecho este modelito en plan improvisado, una nimiedad, pero voy estupenda con mi vestido vaporoso palabra de honor con flor en el escote incorporada. Si es que con cualquier trapito me saco partido” o “¡Qué contrariedad! Hay que darle algo de ropa a esta chica enorme. Pues nada, coged las cortinas del palacio y en un pis pás tenemos listo un vestido estampado con falda de vuelo como quien no quiere la cosa que te va a quedar como un guante. Pero vamos, que no es para tanto, que aquí cualquiera con un par de telas se hace un look de lo más apañado en cero coma” xDDD. La verdad es que los estilismos eran preciosos, pero me reí mucho con la aparente “improvisación”. FIN INCISO.

De todas formas, tengo que reconocer que se nota la “mano Disney” detrás de la película y que es mucho menos oscura que otras pelis de Tim Burton, con un argumento más lineal y más simple, y es justo ahí donde a mí me falla un poco todo el asunto. Porque habría sido estupendo que la Reina Blanca, en lugar de ser lo más bueno y puro y limpio de corazón que haya existido jamás, en realidad hubiera tenido un lado malvado. Pero no una maldad como la de la Reina Roja, que en realidad es una necesidad de cariño mal llevada, sino una maldad de las que vienen con la superioridad, de esclavizar a la gente que tienes a tu alrededor porque son inferiores a ella y en realidad está convencida de que lo hace por el bien de sus súbditos, aunque el único problema sea que ellos no sepan en realidad lo que les conviene. Me habría encantado ver esa contraposición de malicias y una confrontación entre ambas Reinas que le habría dado a la película, en mi opinión, la profundidad que eché en falta.

También me chirrió un poco la supuesta tensión sexual no resuelta que había entre Alicia y el Sombrerero Loco (personaje encantador, pero que no aporta nada nuevo con respecto a otros personajes de Burton) No sé si fue una exigencia Disney de que hubiera algo de amor por alguna parte, o si Tim Burton tenía otra cosa en mente y al final se desvió del camino, pero no lo entendí en ningún caso.


Aún así, me pareció una peli entretenida a más no poder y que disfruté muchísimo, no de las mejores de Tim Burton, pero muy buena comparada con otras muchas que se estrenan hoy día y que no le llegan a la suela de los zapatos. Pero está claro que a Burton se le exige mucho más, y por eso también se le critica con más ahínco, porque si la hubiera dirigido cualquier otro director todo el mundo estaría lanzando cohetes y alabanzas, pero en este caso el listón está mucho más alto, que es lo que suele pasar con las expectativas.

Así que a mí me pareció una peli ideal para ir a pasar un buen rato al cine, con una buena historia. Ni más... ni menos.

sábado, 24 de abril de 2010

Cambios primaverales

Por mucho que las lluvias inesperadas se empeñen en hacernos creer lo contrario, la primavera ya está aquí y este año el contraste ha sido más claro que nunca. Después del invierno que hemos tenido (congelación total), yo estoy encantada de la vida con el solecito, las incipientes terracitas, las tardes luminosas, los pájaros pían, las plantas florecen... xDDD en fin, que es una gozada. Y no sé por qué pero este año me ha alegrado más y me ha hecho sentir mucho más animada que otras veces.

Así que estoy como en éxtasis y con unas ganas locas de que me dé el aire. El otro día iba en coche por Madrid y sólo ver los tulipanes tan bonitos que han puesto en los parterres de muchas calles del centro me puso de buen humor. Es como verlo todo bajo una luz diferente y me encanta esa sensación.


Además, los cambios que la primavera ha traído a mi vida han hecho que, a partir de ahora, la vista que tengo durante todo el día es impresionante, una parte de Madrid que no conocía mucho, pero que me parece preciosa y me ayuda a despejarme cuando me pongo de los nervios.


Sólo me falta que deje de llover definitivamente para poder montar otra cena en mi azotea y entonces ya todo será perfecto.

jueves, 15 de abril de 2010

Crumble de fresas


Ahora que llega la época de fresas, éste es un postre ideal para comerlas de una forma diferente. Es muy fácil y rápido de hacer y el resultado es espectacular, hasta que no lo terminas no puedes dejar de comerlo porque la mezcla de la masa del crumble con la acidez de la fresa está buenísima. Yo lo hice el año pasado y repetí varias veces y ahora que vuelven las fresas, es el momento de volver a hacerlo, así que en cuanto tenga un rato libre (oh, utopía!) cae seguro. Siento tener sólo una foto, pero en aquel entonces no tenía costumbre de hacer fotos a mis postres, pero al menos se ve cómo debe quedar de textura la masa (con grumos) y un poco el resultado. En fin, al lío.

INGREDIENTES:

- 200 gr harina
- 100 gr mantequilla
- 75 gr azúcar
- 500 gr de fresas
- 4 cucharadas de azúcar glass

PREPARACIÓN:

Lavamos las fresas y las partimos en trozos (si son pequeñas, basta con partirlas por la mita, si son más grandes, pues en tres o cuatro trozos, pero que sean todos aproximadamente del mismo tamaño).

Ponemos las fresas en un bol, añadimos el azúcar glass y mezclamos. Colocamos esta mezcla en el recipiente donde vayamos a hacer el crumble. Puede ser uno grande o varios pequeños para raciones individuales pero en todo caso debe ser apto para el horno. Yo usé uno de estos moldes de aluminio deshechables que venden en los chinos y viene bastante bien. Reservamos.

Por otro lado, ponemos la harina, la mantequilla y el azúcar en un bol y lo mezclamos con cuidado con las manos (bien limpitas, eh? xDDD) hasta que quede una masa grumosa, a medio camino entre arenosa y con tropezones, para que luego quede la textura adecuada.

Ponemos la masa por encima de las fresas y metemos en el horno precalentado a 200º durante 20 minutos o hasta que este dorado por arriba y veamos que las fresas ya han soltado el almíbar.

Como veis, es facilísmo de hacer y se pueden introducir variaciones con otras frutas. Yo una vez lo intenté con piña y fresas pero no os lo recomiendo porque la piña en el horno queda rara, pero un crumble de manzana asada tiene que estar también para caerse de espaldas, así que puede ser una buena opción si no os gustan las fresas.

Por cierto, la receta (con modificaciones) la tomé de aquí.

martes, 6 de abril de 2010

Bienvenidos a la vuelta al mundo.


Teniendo en cuenta que yo “sólo veo la televisión por internet” (como dice una amiga mía), era inevitable que cayera en el vicio de los realities americanos. Lo malo es, que una vez que te enganchas, estás perdido porque, si algo le tengo que reconocer a los ciudadanos USA es que son únicos para hacer televisión, para generar el interés del espectador y mantenerlo pegado a la pantalla.

Cuando digo que veo realities, la gente suele mirarme con mala cara porque en España tenemos referentes que dejan mucho que desear: personajes sin carisma y con mucho morro, galas interminables hasta la madrugada, televoto por doquier, trapos sucios en programas satélite de la cadena... vamos, lo mejor de cada casa. Pero eso es porque no han visto ningún reality americano.

Para empezar, está todo pregrabado, lo que permite mostrar al espectador lo que vaya a ser realmente relevante durante el transcurso del programa y te permite seguir el desarrollo del programa en capítulos de 45 minutos en los que se condensa toda la acción de forma dinámica. Por eso, una vez empiezas a verlos, caes en sus garras irremisiblemente.

Y eso es lo que me pasó con The Amazing Race (aka El Gran Reto), el más mejor reality de todo el mundo y parte del extranjero, según mi opinión. El único reality en el que, si pudiera, participaría, con los ojos cerrados, sin dudarlo, sería feliz sólo de poder participar, y eso por mi parte es decir mucho. Lástima que no sea ciudadana estadounidense (y lástima que, con mi forma física y mi despiste innato, si me dejaran entrar duraría 5 segundos, pero yo la ilusión no la pierdo).

El planteamiento es bien sencillo: 12 o 13 equipos hacen una gymkana por etapas. El que llega el último, queda eliminado. En la última etapa, en la que compiten tres equipos, gana el que llegue el primero. El truco está en que las pruebas se hacen por todo el mundo y eso, claro, es lo que le da emoción al asunto y hace que sea tan impresionante.

Porque los equipos se despiertan una mañana en Amsterdam y, después de tener que buscar una bicicleta marcada en los inmensos parkings de bicis de la ciudad, tienen que correr al aeropuerto para viajar hasta la India, buscando la combinación de aviones más rápida y eficaz. Una vez allí, se lanzan a las bulliciosas calles de la ciudad para encontrar una pista que les manda en tren a un templo de un pueblo cercano (o no, a saber). Todo eso para llegar y descubrir que el templo está lleno de ratas, a las que adoran allí, y que uno de los miembros del equipo debe recorrer todo el edificio descalzo entre tan encantadores roedores para encontrar la pista que les permita dirigirse a la parada de la etapa. Y esto es sólo un ejemplo.


Así que si juntas los viajes y los contrastes de localizaciones, las pruebas que recrean costumbres locales, un casting que suele ser muy acertado, con unas parejas carismáticas y otras odiosas a más no poder, te encuentras con un programa apasionante, divertido, entretenido y que hace que te involucres desde la primera etapa. Porque siempre tendrás unos favoritos a los que apoyarás como si fueras tú mismo el que estuviera dando tumbos por el mundo; y una pareja odiada cuya expulsión ansiarás en cada episodio, para que reciban su merecido. TAR no deja indiferente y ahí radica gran parte de su éxito.

Por eso, lleva ya 16 temporadas y sigue siendo uno de los programas más vistos en USA, y tiene una legión de fans que organizan convenciones cada año para reunirse con los participantes. Es impresionante sólo pensar el trabajo de producción que debe llevar organizar este programa para rodarlo por todo el mundo y el esfuerzo que deben hacer todos los miembros del equipo para conseguir que todo funcione como un reloj. A mí me deja asombrad sólo de pensarlo. Debe ser impresionante poder formar parte de algo así.

De hecho, uno de mis deseos secretos (bueno, a partir de ahora ya no), sería algún día ir paseando por Madrid y encontrarme con el rodaje de una etapa de TAR en España. Para empezar (y esto lo tengo clarísimo), me ofrecería a ayudar a la pareja que fuera, sólo para poder “participar” en el programa, aunque fuera unos minutos; aunque vamos, si hay que coger un coche e irse a Toledo o a donde fuera, yo voy encantada que por algo es TAR. Y para seguir, llegaría como fuera a la parada en ruta para ver a Phil (el presentador), que es de lo más carismático y me cae de maravilla, sólo para decirle que en España tiene una fan. Lo sé, esto es muy friki, pero yo soy así, quizás no debería confesar estas cosas. Y sí, también lo sé, es algo que no pasará nunca, pero de ilusiones también se vive y yo soy feliz pensando que algún día podría pasar.

En la actualidad están poniendo en USA la temporada 16, y los participantes son de lo mejorcito: un par de cowboys que cumplen el estereotipo al milímetro, una pareja de modelos que son lo más simple que he visto en mi vida, una pareja lesbianas odiadas por todos pero que a mí me caen genial, un padre y una hija encantandores, unos ex-concursantes del Big Brother despistadísimos, unos hermanos de lo más divertido... les ha quedado un casting redondo. Y el giro de algunos capítulos está siendo de infarto, así que merece mucho la pena.


Como veis, poco más tengo que decir para explicar por qué este programa es mi reality preferido y por qué espero cada temporada con expectación. Si aún no lo habéis visto, no lo dudéis, aunque ya os aviso, esto engancha y con 16 temporadas por ver tenéis muchas horas de televisión por delante, así que luego no me echéis las culpas a mí. Eso sí, lo que también está claro es que serán horas bien empleadas, porque lo pasaréis genial, sin duda alguna.

Bienvenidos a la vuelta al mundo. Bienvenidos a The Amazing Race.

lunes, 5 de abril de 2010

De vuelta

Quería contar tantas cosas, que no sabía qué escribir.

Now, I'm back. So get ready!

domingo, 31 de enero de 2010

Tarta tres chocolates


A petición popular (bueno, en realidad tres personas, pero dejadme que me ilusione) voy a poner la receta de una de mis tartas estrella, la que más veces he hecho y que triunfa allá donde la llevo: la tarta de tres chocolates.

Esta tarta anda por todo internet (yo la he visto en muchos blogs) y la verdad es que no es para menos, está buenísima, entra por los ojos, parece mucho más difícil de lo que es y nunca falla. Lo malo es que si se hace a la forma tradicional, es decir, si no eres un afortunado con Thermomix, es muy pesada de hacer y hay que estar todo el rato removiendo, así que hay que tomarla con ganas, aunque luego el resultado merece MUCHO la pena. En fin, al lío.

INGREDIENTES:

- 500 gr de chocolate negro.
- 500 gr de chococolate con leche.
- 500 gr de chocolate blanco.
- 1200 ml de nata líquida.
- 1200 ml de leche
- 6 sobres de cuajada.
- Bizcochos de soletilla.
- Una taza de café con leche.


ELABORACIÓN:

Primero hacemos la base de la tarta. Para ello, empapamos los bizcochos de soletilla en el café con leche y los ponemos en el fondo de un molde desmontable.

Luego, tenemos que hacer las tres capas de chocolate. Para cada capa necesitaremos:

- 500 gr chocolate (puro, con leche o blanco)
- 400 ml de nata líquida
- 400 ml de leche
- 2 sobres de cuajada

El procedimieno es siempre el mismo: ponemos en un cazo la nata y la leche (reservamos medio vaso para la cuajada) y dejamos que se caliente. Cuando esté a punto de hervir, echamos el chocolate y removemos hasta que se haya fundido. Entonces disolvemos los dos sobres de cuajada en el medio vaso de leche que hemos reservado y lo añadimos también al cazo siguiendo las instrucciones de la caja (hay que remover durante 10 minutos, pero mejor hacer caso a las instrucciones).

A continuación, echamos sobre la base del bizcocho y procedemos a hacer las siguientes capas de chocolate. Yo empiezo con el chocolate puro, sigo con el de leche y luego el blanco, pero podéis hacerlo en el que prefiráis.

Se hacen las otras dos capas, se vierten en el molde y luego se mete en el frigorífico hasta que cuaje (unas cuantas horas). Decoramos al gusto y... ¡a comer!

CONSEJOS VARIOS:

- Como veis por las fotos, puede hacerse tanto en molde grande, como en moldes individuales (en mi caso, era un vaso). Eso va a gusto del consumidor. Por cierto, perdón por la calidad de las fotos, pero hace tiempo que no hago esta tarta y son muy rudimentarias. Sobre todo por la decoración, que otras veces me ha quedado mejor, pero bueno, si vuelvo a hacer la tarta, actualizaré con fotos más decentes.

- Yo uso tantas cantidades porque mi molde de la tarta es enorme (no sé los centímetros, lo siento), por eso doblé las "cantidades estándar", lo digo para que, a la hora de calcular, no os asustéis de ver tanto chocolate, porque a mí me sale una tarta inmensa, de la que salen fácilmente 12 porciones grandes y contundentes.

- Yo no le pongo nada de azúcar a esta tarta porque me gusta mucho el sabor del chocolate y no quiero enmascararlo y porque si lo hago creo que quedaría demasiado dulzón y empalagoso, aunque eso va por gustos.

- Lo más complicado de esta tarta es evitar que se mezclen las capas. Por eso, hay que dejar enfriar un poco la capa de abajo antes de echar la siguiente pero si se enfría demasiado no se pegarían y luego las capas resbalarían. Para evitar eso, lo mejor es rallar ligeramente la superficie de cada capa con un tenedor antes de echar la siguiente y así seguro que sale perfecto. Tambien es recomendable llevar mucho cuidado al verter cada capa para que no haga agujero en la de abajo, así que mejor ayudarse con una cuchara o algo para que caiga más suave.

- Las primeras veces que hice esta tarta desmigaba los bizcochos de soletilla que me sobraban de la base y lo mezclaba con el chocolate con leche antes de echarlo en la tarta, de manera que quedaban dos capas (la de chocolate blanco y las de chocolate negro) a la manera tradicional y la del medio era más esponjosa y tenía una textura distinta. El resultado también está buenísimo, así que os lo recomiendo.


Espero que os guste esta tarta. Lo que está claro es que es para amantes del chocolate y que desde luego no ayuda a ninguna dieta que se esté siguiendo, porque esta tarta es contundente y tiene como mil calorías por ración pero está taaaaaaaaan buena que no importa realmente. ¡Así que animaos a hacerla y a disfrutarla!

viernes, 29 de enero de 2010

Buenos presagios


¿Qué ocurre cuando el creador de historias más inquietante e imaginativo se junta con el escritor más alocado y disparatado? O, para que se me entienda... ¿qué ocurre cuando Neil Gaiman se junta con Terry Pratchet? Pues que escriben un libro entretenido, irracional, ácido e irónico sobre el fin del mundo, el Apocalipsis y el Anticristo y encima van y lo titulan “Buenos Presagios”, por si no hubieran quedado claras sus intenciones.

En un principio, tuve la impresión de que se trataba de una mezcla que no funcionaría, quizás por el halo de hombre enigmático y atormentado que rodea a Neil Gaiman, lo que puede llegar a chocar con la aparente superficialidad de las obras de Terry Pratchet, pero hace un par de semanas me decidí a darle una oportunidad al experimento y ha terminado siendo todo un descubrimiento. Lo mejor de todo es que, aunque se puede llegar a identificar la aportación (desde el punto de vista creativo) de cada uno de los escritores, el conjunto no chirría, sino que se complementa a la perfección.

Y así nos encontramos con una visión de los últimos días de la Tierra a la que se le da una vuelta de tuerca para que resulte original y con un puntito cómico que le quita profundidad al tema y hace que la novela tenga una lectura ágil y entretenida. Porque la temática no es nada nueva: la eterna lucha entre el Bien y el Mal, el Cielo y el Infierno, el Armageddón, el fin de los tiempos marcado por el nacimiento del Anticristo que provocará la lucha definitiva de la que sólo puede salir un vencedor.

Pero como no podía ser menos, el tópico acaba ahí, porque en esos últimos días de la tierra nos encontramos con un grupo de personajes relevantes que pueden hacer que la balanza se incline hacia uno u otro lado: un Ángel y un Demonio unidos por una atípica amistad que demuestran que la mítica frase de “ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos” está más vigente que nunca; un cazador de brujas que no termina de creer en su existencia, una bruja encargada de interpretar las predicciones de un antepasado que, sorprendentemente, acertaba en sus augurios; un Perro del Infierno convertido en cachorro por obra y “gracia” de su dueño, el Anticristo, que a su vez es un chico travieso de 11 años sin consciencia de su temible poder... y toda una serie de alocados y divertidos sucesos en los que se ven envueltos los personajes mientras el mundo se aboca a su ¿inevitable? final.

Sé que quizás soy un poco pesada con mi adoración por Gaiman, pero es uno de los pocos “artistas” que no me han defraudado nunca y me sorprende enormemente su capacidad de creación, de invención, de elaborar historias aparentemente sencillas pero con un toque único que sólo él sabe darle. Y el hecho de que en esta ocasión estuviera también metido en el proyecto uno de los mejores escritores de literatura fantástica que he leído, no hace más que sumarle puntos al resultado.

Quizás no sea una obra maestra, pero desde luego es un libro inolvidable, de los que puedes releer de vez en cuanto porque siempre descubrirás nuevas referencias y detalles y porque las “bromas” te seguirán divirtiendo y sorprendiendo como si fuera la primera vez. Como siempre, por mucho que yo diga, no hay nada mejor que dejar que el libro hable por sí solo, así que aquí os dejo un fragmento, espero que os guste:

"Cuentan las teorías actuales acerca de la Creación que, si el Universo fue creado, y no sólo apareció allí, que es lo que ocurrió extraoficialmente, nació hace entre diez mil y veinte mil millones de años.Estas fechas están equivocadas.

Los eruditos judíos de la Edad Media establecieron la fecha de la Creación en el año 3760 a.C. Los teólogos griegos estimaron que se remontaba al 5508 a. C. Sugerencia que también está equivocada. El Arzobispo James Usher (1580 - 1656) publicó "Annales Veteris et Novi Testamenti" en 1654; en dicho documento se sugiere que el Cielo y la Tierra fueron creados en el 4004 a.C. Uno de sus consejeros profundizó en los cálculos y logró anunciar triunfalmente que la Tierra fue creada el Domingo 21 de octubre del año 4004 a.C., a las 9 en punto de la mañana, porque a dios le gustaba ponerse a trabajar bien pronto, aprovechando que estaba más despejado.

También se equivocó. Por algo menos de un cuarto de hora.

Todo el asunto de los esqueletos de dinosaurios fosilizados fue un chiste que los paleontólogos no acaban de coger. Lo que demuestra dos cosas: La primera, que Dios se rige por patrones extremadamente misteriosos, por no decir tortuosos.

(...)

La segunda, que la Tierra es Libra".

jueves, 14 de enero de 2010

Breves

Madrid. Miércoles. 8:30 de la mañana. Marijose y D. salen de casa y se dirigen hacia el Starbucks. Mocca Blanco Tall para él y Caffé Latte con leche fría y skinny muffin para ella. Se apresuran hacia el coche y entran rápidamente para evitar el frío polar de la calle. D. baja por Gran Vía, cruza Plaza de España y toma Princesa mientras marijose, medio dormida, da pequeños sorbos a su café. D. mira el espacio vacío entre los dos asientos.

D.: Oye, ¿lo que bebes es tu café?
Marijose: Sí.
D.: ¿Y el mío?
Marijose: ...
D.: Encima del coche.

Marijose todavía se está riendo.

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, GUAPO!!!
(y gracias por alegrarme las mañanas)

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P.D.: Y no os preocupéis, D. recuperó su café milagrosamente intacto, aunque lo de ver un coche por en medio de Madrid con un café haciendo equilibrios en el techo es una estampa impagable xDDD.

sábado, 9 de enero de 2010

Minutos musicales

Pensamientos varios, frustraciones y reivindicaciones sobre la música.

Spotify. Aunque no suelo escuchar mucha música en el ordenador, le voy pillando el gustillo a spotify. Sobre todo para escuchar música que sé que no me voy comprar el original porque para eso soy muy selectiva. Sin embargo, sólo hay una cosa que me falta para que este invento sea perfecto... LA CASA AZUL EN SPOTIFY YA!!! Que el otro día andaba yo con mono de escucharlos y, entre que no los tengo en el iTunes y que Spotify (incomprensiblemente) no lo tiene en su catálogo, me quedé con las ganas. Muy mal, a ver si llegaran pronto a un acuerdo con Elefant (la productora) y los meten, que tengo ganas de escucharles (sobre todo, esta canción, que, a pesar de no ser su estilo, me da muy buen rollo).

La desinformación de las webs. Resulta, que desde que Pedro Guerra sacó en septiembre "Alma mía", yo ando como las locas esperando un concierto suyo en Madrid, así que entro en su web de vez en cuando para comprobar las fechas. Hace un par de semanas vi los cielos abiertos (por poco tiempo). La información era: 28 febrero, Madrid. Aham... muy bien. Madrid, ese ente. Primera duda ¿es toda la región o la capital? Asumo que es la capital porque si fuera en algún pueblo, lo habrían puesto directamente. Genial, eso me reduce las opciones a unos pocos miles de sitios posibles. Hago una búsqueda en google y, como era de esperar, no encuentro nada (era dar palos de ciego). Mando un mail a la dirección de información y, como era también de esperar, dos semanas después no me han contestado.

Señores de Sony (o los de la web, me da igual): me están tocando las narices. Entiendo que si el concierto es en un pueblo, no pongan el lugar, porque es relativamente fácil de encontrar, pero, siendo Madrid, pongan entre paréntesis la sala, o un link a la web que venda las entradas o lo que sea, pero den algo más de información. O, si no la dan, ¡contesten los mails! Es que son ganas de hacer las cosas mal, y esa clase de desidia e incompetencia me sublevan.

Seguramente yo terminaré enterándome de dónde es el concierto e iré, porque soy muy pesada e insistente, pero luego que no se vengan quejando las discográficas de que con la crisis la gente no consume música, porque cuando las cosas están mal hechas, no se pueden echar la culpas al público.

Vinagre y rosas. Uno de mis regalos navideños ha sido la edición especial del nuevo CD de Sabina. Aún no a he podido ver a fondo, pero ¡es una pasada!. Un libro muy cuidado, con dibujos de Sabina, sus textos de las canciones (que no se entienden un carajo, con la letra que tiene y los tachones) y unas fotos muy chulas, todas del estilo de la portada del CD, pero con una estética que me gusta mucho. Ahora tengo que sacar tiempo para escucharlo tranquilamente y para echarle otra mirada al libro, sin prisas.

Despertador. Odio la música que tiene el despertador de mi móvil. Es especialmente irritante. Cosa que, por otro lado, está bien, porque te levantas sólo para dejar de oírla, pero para empezar el día de buen humor es lo peor que puedas encontar. Así que ando buscando una canción que dé buen rollo espiritual por las mañanas y el ánimo suficiente para salir a la calle con el frío que hace.

De momento, me he bajado la intro de The Big Bang Theory (¿se nota mucho que adoro esa serie?), porque la canción me encanta, pero creo que es algo muy friki hasta para mí, así que se aceptan sugerencias de canciones buenrollistas y cortitas, porque no da tiempo a escucharla entera.

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P.D.: Blanca, guapa, a estas alturas estarás ya instalada en Bruselas. Que sepas que te echo mucho de menos, lo de no tener compi es un rollo! Vuelve pronto, que ya sabes que tenemos pendiente una tarde juntas (de despedida atrasada) y una tarta Guiness xDDD.

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ACTUALIZACIÓN: Pues por lo visto los de la web de Pedro Guerra estaban esperando a que yo escribiera este post para contestarme, porque hace un par de días recibí la contestación xDDD.

Por si a alguien más le interesa, el concierto es en el "Teatro de Madrid" (donde La Vaguada), aunque aún no sale en su programación, pero igualmente me han dicho que aún no están las entradas a la venta.

Así que rectifico, y doy las gracias a Mansi Producciones por facilitarme la información. Así que nada, si alguien se apunta, ya sabe el plan para el 28 de febrero! ;-)

lunes, 4 de enero de 2010

Bienvenidos al capitalismo salvaje


Hay series que son obras de arte, con varias lecturas, tramas, subtramas, giros del guión, reflexiones y demás implicaciones varias. Y luego están las series sencillas, directas y cuyo único objetivo es entretener sin más. Better off Ted es un brillante ejemplo de esto último, una serie sin pretensiones, con un planteamiento claro, pero ácida, surrealista e intensamente divertida.

Probablemente muchos no la conozcáis porque ha pasado bastante desapercibida incluso en USA (renovó milagrosamente para una segunda temporada y está por ver que haya una tercera), pero personalmente creo que es una pena que, por los motivos que sean, no haya tenido más repercusión entre la audiencia. Quizás los primeros capítulos eran un poco flojos, pero enseguida comenzó a mejorar y en cada episodio derrocha diálogos ingeniosos y surrealistas a partes iguales.

El punto de partida es bastante simple: Veridian Dynamics es una empresa puntera en la investigación de nuevos y alocados productos y todo un ejemplo de multinacional sin escrúpulos. En ese ambiente tan agradable trabaja un equipo con personajes dispares pero complementarios (y estereotipados): Ted, el motivador jefe de equipo; Phil y Lem, los científicos lunáticos; Linda, la única persona con buen corazón y con valores que queda en la empresa (aunque, para mi gusto, la más aburrida) y Veronica, la jefa tirana y más “bitchy” que os podáis echar a la cara. Como veis, no es nada del otro mundo, pero Better off Ted tiene varios puntos muy positivos que son los que han hecho que esta serie haya conseguido un hueco en mi corazoncito (y en mi disco duro):

- Portia de Rossi haciendo de Veronica. Inmensa, genial, lo mejor de la serie sin ninguna duda. Igual que TBBT no sería nada sin Sheldon, Better off Ted no podría sobrevivir sin sus comentarios hipócritas, egoistas, caústicos, hirientes e infinitamente divertidos. Quizás al principio puede resultar odiosa, pero con el tiempo terminas adorándola y su presencia en los capítulos es imprescindible. Sólo por verla a ella merece la pena darle una oportunidad a la serie.

- El (sur)realismo del planteamiento. Como he dicho, Veridian Dynamics es una empresa sin corazón que exprime a sus empleados y no tiene el más mínimo miramiento por su bienestar. Reconozco que las tramas de los capítulos están exageradas hasta el ridículo pero, en muchos casos, hay una idea subyacente que no es tan alocada y que se acerca a la realidad de las empresas de hoy día mucho más de lo que podríamos pensar.

Por ejemplo, recientemente una de las tramas mostraba cómo la empresa usaba la muerte de un trabajador para manipular al resto de empleados y obligarles a aumentar sus horas de oficina hasta límites insospechados. Que yo sepa, eso (aún) no ha ocurrido en la realidad, pero me hizo recordar al día que una amiga recibió un mail comunicando a la plantilla la muerte del fundador de la empresa y que terminaba con una frase lapidaria: “Él habría querido que siguiéramos trabajando”. La realidad supera a la ficción y, cuando no lo hace, es por poco. Por eso, todos los que trabajen en megacorporaciones se sentirán identificados con algunas de las “prácticas empresariales” adoptadas en la serie.


- Rose, la hija de Ted. Un personaje que en la primera temporada no salía mucho, pero cuando lo hacía no dejaba indiferente. Ahora la están utilizando más y todas sus intervenciones son acertadísimas, poniendo el contrapunto de cordura en muchos momentos y dejando capítulos gloriosos. Incluso personajes que son más flojos ganan enteros cuando interactúan con esta niña de 12 años, y cuando se junta con Portia la serie gana enteros en cuestión de segundos.

- Las cortinillas de entrada. Al tener una duración de 20 minutos, Better off Ted no puede permitirse largas intros pero, a cambio, en cada capítulo nos ofrece una “cortinilla audivisual” imitando un anuncio de publicidad corporativa de la empresa sobre el tema que se trata en el capítulo a modo de presentación (aunque, últimamente, estas “intros” pueden aparecer en cualquier momento del capítulo o, incluso, no aparecer). En estos detalles es donde reside, en mi opinión, la genialidad de esta serie, no sólo por la originalidad que destila cada una de estas piezas sino porque, de lo exageradas que son, resultan creíbles. Además, reflejan la hipocresía de las multinacionales capitalistas de la forma más acertada e irónica que haya visto nunca.




- Química. Porque los personajes funcionan, sus relaciones entre ellos están claras y crean un grupo redondo. Cada uno de ellos tiene algo que te hará cogerles cariño y Phil y Lem (los científicos), son la pareja más nerd, bizarra y surrealista que he visto en la televisión actual. Porque Ted es un cielo, un jefe de primera, un padre encantador y el yerno que toda madre querría para su hija. Porque Linda, a pesar de ser la más aburrida, también es la más cándida y la única que ve claramente los abusos irracionales por parte de la organización. Porque si faltara uno de ellos la cosa ya no sería lo mismo y se agradece ese trabajo coral por parte de los actores.

Y esas son las principales razones por las que recomiendo esta serie. Quiźas no sea tan divertida como TBBT, mi comedia favorita, pero aquí también tienes risas aseguradas y un buen rato entretenido seguro que pasas. Yo empecé a ver esta serie de casualidad y, ahora que está avanzada la segunda temporada, se ha convertido en una de mis imprescindibles, porque sé que siempre me va a dar lo que le pido y, encima de una forma ingeniosa, sencilla y alocada. Si os animáis, ya me contaréis qué os parece parece, pero yo de vosotros le daba una oportunidad, seguro que os sorprendéis.

Bienvenidos al capitalismo salvaje. Bienvenidos a Better off Ted.

domingo, 3 de enero de 2010

Revival comiquero

Para quien me conozca, mi afición a los cómics puede resultar un tanto bizarra, una excentridad más que parece no tener mucho sentido. Sin embargo, la cosa se explica si hago una regresión y os cuento las lecturas que me han acompañado recurrentemente desde que supe leer hasta que me fui de casa de mis padres (y aún hoy, incluso).

De hecho, todas esas colecciones de cómics (o tebeos, que es como más nuestro), se conservan en perfecto estado, después de haber sido leídas y releídas por mí varias veces, y lo que les queda...

Ahora os pensaréis que voy a salir aquí con modernismos snobs, que últimamente está muy de moda toda la Marvel, DC o cosas del estilo. Pero no, mis lecturas juveniles fueron incluso más atípicas si cabe, porque el origen de esta afición está en que mi padre, que había leído todas esas historias de pequeño, decidió comprar las colecciones enteras y, como en ese momento la única que andaba dando follón por mi casa era yo, me puso un tomo entre las manos y me dijo: "Mira, esto es lo que leía tu padre cuando tenía tu edad". Y yo, que me entretengo con cualquier cosa y me encanta leer, le tomé cariño a esos libros y a esos personajes, y ya los siento como míos.

Así que, en un arranque revival, como el programa de La Primera de después de las campanadas, os los presento:

1.- El Capitán Trueno


Empezamos por la puerta grande. La historia no puede ser más sencilla: un caballero que anda por el mundo "desfaciendo entuertos" junto con sus dos leales compañeros. Sin embargo, la clave de estas historias estaban en la mezcla justa de realidad y fantasía, lo mismo luchaban contra un ejército de infieles ("Santiago y cierra, España", todo muy patriótico, of course) que se encontraban con criaturas marinas de cien ojos y miles de tentáculos. Además, aunque la estructura básica de cada aventura era similar, no se hacía nada repetitivo porque cada vez se introducían elementos diferentes que evitaban que cayera en la rutina.

Y ni que decir tiene que yo por aquél entonces ansiaba ser como Sigrid (la novia del capitán Trueno): una reina vikinga, tan rubia, tan esbelta, tan valiente, tan estupenda... no como la lánguida de Claudia, una patricia romana que se pasaba el día esperando ser rescatada por su novio, lo que nos lleva al siguiente de la lista...

2.- El Jabato.


O lo que para mí venía siendo un Capitán Trueno tuneado y menos machote. A pesar de ello, tenía sus buenos momentos y unos secundarios que en ocasiones tenían más protagonismo que él y a los que les cogías más cariño desde el principio. Siempre me dio la impresión de que El Jabato era un quiero y no puedo y se quedaba a medio camino, pero aún así entretenía, y mucho.

3.- Roberto Alcázar y Pedrín.


Un cómic con un planteamiento que hoy día sería surrealismo puro. Soy plenamente consciente de que con estos títulos que os pongo, parece que nos hemos transportado a "Curso del 63" y que yo soy un señor de 50 años que ve "Cuéntame", pero os aseguro que no, lo que no quita que mis lecturas infantiles puedan parecer un anacronismo. De hecho, lo que más me preocupa sobre este cómic en particular, es que los protagonistas eran un señor de mediana edad musculado y un niño que le acompañaba a todas partes y se dedicaban a luchar contra el crimen organizado, y yo lo veía tan normal. No sé, da que pensar.

Eso sí, lo que tengo claro es que todas estas lecturas son un filón si en algún momento de mi vida decido ir a "Saber y Ganar", ya que, no sé por qué extraño motivo, las preguntas de esta temática son recurrentes en el programa. Eso sí, probablemente sería lo único que supiera contestar.

4.- Tintín


No podía faltar, aunque sea más común. Más allá de las posibles acusaciones de misoginia por parte del autor, cuando eres pequeña sólo te quedas con las historias de un chico valiente, inteligente y bondadoso que lucha contra los malos por todo el mundo. Además, se agradecían unas tramas con más transfondo y variedad y la amplia galería de personajes secundarios que eran en ocasiones incluso más importantes y entrañables que el protagonista.

5.- Astérix y Obélix


Sin duda, de mis preferidos. Creo que son los que más veces he leído. Aún hoy me siguen entreteniendo a pesar de que me sé los argumentos de todas las historias de memoria y el factor sorpresa desapareció hace años. Además, Idefix es taaaaaan mono (sobre el papel, claro)

Tanto cariño les tenemos, que en unas vacaciones que pasé en París con mi familia, pasamos más tiempo en el Parque Astérix que en Eurodisney. Es más pequeño, pero también más acogedor, con buenos espectáculos, menos colas y mucho más divertido.

Eso sí, no perdonaré nunca la falta de respeto que supuso para los seguidores del cómic que Uderzo (el dibujante) quisiera continuar enriqueciéndose tras la muerte de Goscinny (el guionista) y continuara publicando pseudohistorias con guiones absurdos y que no hacían más que devaluar a unos personajes tan redondos. No me he comprado ni uno de esos números ni pienso hacerlo. Para mí, la colección terminó con la muerte de Goscinny (por desgracia) y así debería haber quedado.

De las películas, mejor no hablar porque eso ya clama al cielo. Por supuesto, me refiero a las que hicieron con actores, las de dibus las tenía en VHS y eran muy entrenidas.

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Por supuesto, tengo más colecciones: El Guerrero del Antifaz, el TBO, varios Superhumor de Zipi y Zape, casi todo Mortadelo y Filemón, muchos otros de Ibánez (Pepe Gotera y Otilio, 13 rue del Percebe, el Botones Sacarino...), hasta una mini-colección de Superlópez... pero los que he puesto son los que, por uno u otro motivo, recuerdo con más cariño.